Horas difíciles vive el Club Atlético River Plate. Es que la derrota de su equipo frente a Belgrano, por 2 a 0, lo dejó al borde de perder la categoría. Y con el fantasma del descenso revoloteando más cerca que nunca, los desbordes de sus hinchas son las noticias por estas horas.
Ayer se registraron incidentes en el «banderazo» que los simpatizantes millonarios protagonizaron en el Monumental. Y como se preveía ese clima hostil, el plantel y su cuerpo técnico evitaron concentrarse allí para esperar el partido definitorio ante el conjunto cordobés.
Así fue como ayer, pasadas las 16, y en compañía de un fuerte despliegue policial, los jugadores llegaron a Don Torcuato para instalarse en Hindú Club. Ese será su búnker hasta el domingo, cuando se enfrenten con la última posibilidad que les queda para esquivar el descenso.
En un principio, se especuló con que River iba a concentrar en un hotel de Pilar, pero se descartó esa posibilidad en pos de un lugar con mayor privacidad. El establecimiento ideal hubiese sido el complejo deportivo que Matías Almeyda tiene en Benavídez, pero actualmente está ocupado por la selección de Bolivia que se prepara para disputar la Copa América.
Cabe destacar que el presidente de la institución, Daniel Pasarella, llegó anoche a la concentración para quedarse hasta el domingo en Don Torcuato, luego de la críticas que recibió por estar ausente en el partido de ida de la promoción.
Anoche, la locura de un grupo de hinchas desembocó en la bandera con la leyenda “matar o morir” que se exhibió frente al ingreso a Hindú. En tanto, muchos otros contienen la bronca y esperan en silencio la revancha del domingo. Es innegable que River está recorriendo las páginas más tristes de su historia centenaria.