El dictador Jorge Rafael Videla falleció esta mañana a las 8.25, por causas naturales, en el centro penitenciario de Marcos Paz, donde se encontraba cumpliendo condena a prisión perpetua por la comisión de delitos de lesa humanidad. El genocida había llegado al poder en 1976, tras el golpe de Estado, para comandar hasta 1981 la dictadura más sangrienta que sufrió el país.
El deceso de Videla, de 87 años, quien se había negado a declarar el pasado martes en el juicio por el denominado «Plan Cóndor», en el que estaba siendo juzgado junto a otros 25 imputados, fue confirmado por el director del Servicio Penitenciario Federal, Víctor Hortel.
Videla encabezó el golpe militar del 24 de marzo de 1976 y ocupó la presidencia hasta 1981. Y tras la recuperación de la democracia en 1983, fue juzgado y condenado en 1985 a prisión perpetua y destitución del grado militar por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura, en el emblemático Juicio a las Juntas.
La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal lo halló penalmente responsable de numerosos homicidios calificados, 504 privaciones ilegales de la libertad calificadas, aplicaciones de tormentos, robos agravados, falsedades ideológicas de documento público, usurpaciones, reducciones a servidumbre, extorsión, secuestros extorsivos, supresión de documento, sustracciones de menores y tormentos seguidos de muerte.
Si bien el fallo fue confirmado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en 1986, Videla cumplió sólo cinco años de prisión efectiva ya que en 1990, el entonces presidente Carlos Menem lo indultó y dictó su excarcelación.
En 1998 regresó a prisión, aunque brevemente, luego de que un juez dictaminara que las causas por robo de bebés a embarazadas en cautiverio ilegal en centros clandestinos de detención constituían un crimen de lesa humanidad, y por lo tanto eran imprescriptibles.
Videla estuvo detenido 38 días en la cárcel de Caseros hasta que se le concedió el derecho al arresto domiciliario en atención a su edad. Pero diez años después, a partir de la decisión del gobierno nacional de promover los juicios por delitos de lesa humanidad, perdió el beneficio y fue trasladado a la cárcel que funciona en Campo de Mayo.
En 2010, el genocida fue juzgado en la provincia de Córdoba y el 22 de diciembre el Tribunal Oral Federal 1 lo sentenció a prisión perpetua a cumplirse en una cárcel común junto a Luciano Benjamín Menéndez.
El 5 de julio de 2012, tras un en un histórico juicio, se lo sentenció a cincuenta años de prisión, ya que el tribunal lo encontró culpable por el delito de secuestro y sustracción de identidad a menores, en la causa conocida como «robo de bebés».
Actualmente, Videla estaba siendo juzgado desde el 5 de febrero por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 1 de Capital Federal, junto a otros 25 imputados, por crímenes de lesa humanidad cometidos en el marco del «Plan Cóndor», como se denominó al acuerdo de dictaduras sudamericanas para perseguir a opositores.