A través de una carta leída en las misas dominicales de la Diócesis de San Isidro, el obispo Oscar Ojea pidió perdón público a las víctimas de abusos producidos por el sacerdote José Mercau, quien purga una condena en prisión por los delitos cometidos cuando era párroco en la localidad de Ricardo Rojas.

Ante la Justicia, la Iglesia ya se había comprometido a indemnizar a los cuatro jóvenes que sufrieron los abusos sexuales.

«La comunidad diocesana de San Isidro, y de un modo especial el obispo y su presbiterio, piden públicamente perdón a los jóvenes que han sido afectados por estas conductas realizadas por un sacerdote de nuestra Diócesis, el padre José Mercau, cuando era párroco de San Juan Bautista, en Ricardo Rojas», subraya el texto.

«Afirmamos nuestra decisión de ayudar, desde nuestras posibilidades, a estos jóvenes a sanar heridas y construir un porvenir», afirma la misiva difundida.

«Deseamos que este gesto concreto signifique también una renovación en toda la comunidad del compromiso por promover una cultura del cuidado de los niños y adolescentes», agrega la carta.

En texto también se cita el pedido del papa Francisco: «Cuidémonos los unos a los otros. Cuídense entre ustedes, no se hagan daño. Cuídense la vida, cuiden la familia, cuiden la naturaleza, cuiden a los niños, cuiden a los viejos».

Los chicos abusados en 2005 tenían entre 11 y 14 años y vivían en el Hogar San Juan Diego, donde se desempeñaba Mercau, quien fue condenado por los delitos de «corrupción de menores reiterada, en concurso real con abuso sexual mediante acceso carnal agravado».