La Corte Suprema de Justicia de Tucumán ordenó la libertad de Belén, la joven de 27 años que fue condenada y se encontraba detenida por la muerte de su bebé, a pesar de sostener que se trató de un aborto espontáneo, Su abogada defensora, Soledad Deza, contó que la mujer “recibió la noticia llorando y feliz”.

“Ella se puso a llorar cuando le conté. Estaba sorprendida. No lo podía creer”, compartió Deza, quien habló por teléfono con la joven, mientras realizaba los trámites para concretar la libertad que se produciría en las próximas horas.

Los jueces Antonio Gandur, Antonio Estofán y Daniel Posse firmaron la resolución, aunque “continúa en estudio la revisión de la condena”, explicó la abogada.

Además, los magistrados dispusieron que las actuaciones regresen a la Sala III de la Cámara Penal, que había condenado a Belén a 8 años de prisión en marzo último por homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía, mientras la Corte resuelve la cuestión de fondo.

“Si bien se resolvió el pedido de liberación de Belén, nosotros vamos a seguir pidiendo que se revoque el fallo, porque aún no se trató la cuestión de fondo”, resaltó la directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina, Mariela Belsky.

La abogada consideró que su liberación “es un gran avance” y que “se hizo justicia”. Y anticipó: “Seguiremos insistiendo con la anulación de un fallo injusto y haciendo campañas para conseguir que se revoque; y si eso no sucede llevaremos el caso a instancias internacionales en noviembre”.

Belén es una joven de 27 años que el 21 de marzo de 2014 llegó, junto a su madre, al hospital Avellaneda de la capital tucumana con dolores estomacales. Allí, los médicos le administraron calmantes y estuvo aproximadamente dos horas internada en la guardia.

Según consta en la denuncia de su abogada, Belén sufrió una hemorragia y le diagnosticaron un “aborto espontáneo incompleto sin complicaciones”. Sin embargo, en ese momento “comenzó su calvario: acusaciones, sospechas y, finalmente, la cárcel”.

En un baño del centro sanitario, encontraron un feto que médicos, policías y funcionarios judiciales le adjudicaron a Belén. Nunca se realizó un estudio de ADN que demuestre la relación entre el feto y la joven. Pero le dictaron prisión preventiva, la condenaron y llevaron presa al Penal de Santa Ester.

Cuando el caso se hizo público, se conformó la Mesa para la Libertad de Belén, compuesta por 40 organizaciones de un arco político variado. Y nivel mundial, Amnistía Internacional recogió más de 120 mil firmas que respaldaron el pedido de libertad.

Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales exigieron que “se tomen medidas para la inmediata liberación de Belén en virtud de las violaciones que se cometieron, sin respetar estándares internacionales de derechos humanos”.

Además, la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir, solicitó al gobierno tucumano que inicie un sumario a todos los profesionales que atendieron a Belén.

El viernes último, miles de personas se movilizaron en distintos lugares del país con la consigna “Libertad para Belén” para reclamar que se anule la condena judicial por homicidio que mantiene presa hace dos años a la joven tucumana, siendo las concentraciones porteñas y en Tucumán las más multitudinarias.

“No vamos a celebrar la libertad de Belén hasta no verla fuera de la cárcel”, señaló Marta Alanis, de Católicas por el Derecho a Decidir, una organización a la que pertenece Deza, que “hizo un trabajo impecable”.

La noticia de la liberación de la joven “es muy buena y la estábamos esperando porque ha habido un trabajo impecable y muy coordinado de las organizaciones de género y de derechos humanos”, agregó la dirigente.