Los cientos de hinchas que viajaron a la ciudad paulista para asistir al partido decisivo entre el Matador y San Pablo, por la Copa Sudamericana, cambian sus entradas desde esta mañana con total normalidad en el hotel donde se aloja el plantel.
Los simpatizantes coparon el Hotel Transamérica, donde canjean los bonos que compraron en Buenos Aires por las entradas correspondientes para el encuentro de esta noche, en el mítico estadio Morumbí, sin ninguna complicación.
San Pablo le dio a Tigre unas 1.500 localidades, aunque hasta Brasil habrían viajado casi 3 mil seguidores. Por el momento, el clima es de ansiedad y fiesta. Los hinchas cantan, con sus banderas, y retiran las entradas.
El Matador espera hacer historia esta noche, desde las 20.50, cuando enfrente a San Pablo en la revancha de la serie final. En el primer encuentro, hace una semana en La Bombonera, los conjuntos no se sacaron diferencias y empataron 0 a 0.