Se llevó a cabo un acto en la intersección de las calles Gelly y Obes y Canadá, en El Talar.
A través del programa «Esquinas de la Memoria», el Municipio llevó adelante un homenaje para los vecinos de El Talar Mario Bonarino Marras y Martín Mastinú, quienes fueron detenidos y secuestrados por la dictadura cívico – militar. Autoridades locales y familiares de las víctimas participaron del acto realizado en la intersección de las calles Gelly y Obes y Canadá, donde se colocó una nueva señalización.
«Fue un encuentro emocionante donde recordamos a dos vecinos de El Talar que sufrieron en carne propia el terrorismo de Estado. El programa ‘Esquinas de la Memoria’ pretende, mediante una señalización, poner en valor quiénes fueron, qué hicieron estas personas por la comunidad y también para que puedan quedar en la memoria del barrio», expresó el secretario de Desarrollo Económico y Relaciones con la Comunidad, Emiliano Mansilla.
«Lo que buscamos desde el Municipio es poner un manto de justicia y erradicar la estigmatización de estos casos. Ellos eran trabajadores como cualquiera, que por tener una lucha por mejores condiciones laborales por sus compañeros fueron víctimas de la violencia y la muerte», agregó el funcionario.
La iniciativa «Esquinas de la Memoria», creada mediante una ordenanza del Concejo Deliberante, permite señalizar los domicilios, lugares donde fueron secuestrados o sitios significativos con datos biográficos y la fecha en que fueron desaparecidos vecinos y vecinas víctimas de la última dictadura cívico – militar.
Al respecto, la subsecretaria de Derechos Humanos y Juventud, Natalia Reynoso, señaló: «Recordamos a dos militantes del movimiento obrero argentino, en vísperas del 49° aniversario de la toma de Astarsa».
Martín «El Tano» Mastinu era un joven italiano que llegó con su familia a Argentina en la década del 50 para vivir en General Pacheco. Trabajó como soldador en Astilleros Astarsa, donde comenzó su militancia en la Juventud Trabajadora Peronista (JTP). Fue elegido delegado sindical y se convirtió en un gran referente de los navales de toda Zona Norte.
Por su parte, Mario Marras nació en Italia. Luego, viajó a Argentina y trabajó en astilleros de Tigre, donde militó en la JTP en el gremio de los navales. Junto a otros compañeros propuso, a principios de los 70 y a través de la lucha obrera, mejorar las terribles condiciones laborales que imponía la patronal. El 22 de mayo de 1976, a los 36 años, fue acribillado a balazos en el Arroyo Paycarabí, en el Delta tigrense.
Durante el acto, las autoridades comunales, junto Diego Mastinú, hijo de Martín, y Viviana Marras, hija de Mario, realizaron el descubrimiento de la señalización.
«El nombre de mi padre se lleva siempre en la piel y el corazón, estoy agradecido con el Municipio por este homenaje. Me pone muy contento que el barrio se entere quién ha vivido aquí, quién fue y lo que hizo en su vida. Por lo que me contaron era una gran persona que laburaba y pensaba en sus compañeros», comentó Diego.
En tanto, Viviana, declaró: «Estoy muy agradecida por lo que hicieron, no tengo palabras para tanta emoción. Ojalá podamos tener la justicia que nos merecemos».