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El fiscal Oscar Deniro pidió que se condene a tres años y medio de prisión al boxeador tigrense Rodrigo «La Hiena» Barrios por el «homicidio culposo» de Yamila González, la joven embarazada que murió en enero de 2010 luego de ser atropellada por un auto en la ciudad de Mar del Plata.

El fiscal de juicio consideró que el imputado no tuvo intención de matar a la víctima, mientras que el particular damnificado acusó al boxeador por «homicidio simple con dolo eventual» y requirió una pena de 12 años de cárcel.

Por su parte, la defensa de Barrios -quien en sus últimas palabras agradeció la realización del juicio- solicitó la absolución o una condena mínima por «homicidio culposo».

En su alegato ante el Tribunal Oral Criminal (TOC) 3 de Mar del Plata, Deniro dijo que no se pudo probar que haya existido dolo, es decir, intención, en la conducta de Barrios y solicitó que al quedar firme la condena se le revoque la excarcelación ya que existe riesgo de fuga.

El fiscal también pidió a los jueces Juan Manuel Sueyro, Oscar Alemano y Eduardo Angulo que condenen al boxeador a ocho años de inhabilitación para conducir.

Para Deniro, «La Hiena» manejaba «bajo un tratamiento con psicotrópicos», con el «uso permanente del teléfono celular, a alta velocidad», y que «las pastillas de rivotril que consumía disminuyeron sus reflejos al momento del accidente».

Esas circunstancias determinaron, según el fiscal, «capacidades conductivas inadecuadas, por imposibilidad de dominio (del vehículo) y en estado físico inadecuado», y señaló que «la velocidad era inadecuada, por el día, la hora y la zona en la que se produjo el accidente».

Si bien Deniro sostuvo que Barrios «tuvo un manejo negligente», reconoció que el boxeador «hizo una maniobra de frenado y esquive» antes de colisionar al Fiat 147 que atropelló a la víctima.

En tanto, Adrián Rodríguez, abogado de Graciela Morales, madre de la embarazada fallecida, dio por probado el dolo eventual al considerar que el acusado «no cometió una negligencia, sino una conducción temeraria que nunca quiso ser evitada».

«Tras el primer accidente, el testigo Pablo Servín le recomendó que no siguiera manejando y Barrios continuó su marcha, protagonizó otros dos accidentes y huyó, teniendo desconsideración por la vida de los seres humanos», precisó el letrado.

Sobre el estado físico del imputado, Rodríguez recordó que «el testigo Alejo Clérici contó que Barrios tomó tres vasos de bebidas alcohólicas en la fiesta en su casa y que cuando se fue le dijo que ‘estaba cansado'».

También indicó el abogado que la combinación de alcohol etílico «con rivotril está contraindicada» y que ella «lo dejó bajo efectos de reflejos disminuidos».

Por último, Rodríguez pidió que la pena para Barrios sea de cumplimiento efectivo ya que el acusado huyó tras el accidente y, según él, amenazó a testigos; y que, además, se le abra una causa penal por falso testimonio y encubrimiento al testigo Alejandro Materi, allegado al boxeador.

Por su parte, la defensora oficial Carla Auad pidió que en caso de no ser absuelto, Barrios sea condenado a dos años de prisión en suspenso por «homicidio culposo» y que cumpla con trabajos voluntarios en una entidad pública.

«No se logró acreditar que Barrios hablaba por teléfono mientras conducía», señaló Auad y recalcó que «la velocidad cierta, hecha por las pericias en las huellas de frenado, era una mínima de cuarenta y dos kilómetros por hora, lejos del exceso de sesenta».

Respecto del período de descanso del boxeador, la codefensora pública Laura Solari dijo que «hizo la última llamada telefónica a las seis y veinte, por lo que pudo haberse acostado a las seis y treinta; y tuvo entre seis y ocho horas de descanso y estaba en condiciones psicofísicas de manejar».

«No se hallaron estupefacientes o alcohol etílico en los análisis de sangre y orina», remarcó Solari y agregó que el examen médico practicado a Barrios en la comisaría «marcaba un andar perfecto y la pericia grafológica dio normal».

Finalmente, Auad cuestionó la actuación de la fiscal que instruyó la causa, María Teresa Martínez Ruiz, «por la falta de objetividad» y por el pedido de sobreseimiento «desacertado y prematuro de Guillermina Molina», conductora del Fiat 147, «lo que le impidió al tribunal imponerle una consecuencia jurídica».

Tras los alegatos, el tribunal dispuso que se lleven a cabo las últimas palabras del proceso, oportunidad en la que Barrios expresó: «Agradezco por este juicio, su señoría… Bueno, eso es vivir en un país en democracia… Su señoría, está en sus manos, provean de conformidad».

Luego de la declaración del boxeador, el tribunal anunció que dará a conocer el veredicto a las 17 del 4 de abril próximo.

El hecho ventilado en el debate ocurrió cerca de las 16.15 del 24 de enero de 2010, en Avenida Independencia y Ayacucho, de Mar del Plata, donde Barrios conducía su camioneta BMW X5 y embistió el Fiat 147 guiado por Molina que, a su vez, atropelló a cuatro peatones, entre ellos la víctima fatal.