El chofer del colectivo interno 84 de la línea 720 envió un alerta silencioso, a través del botón de pánico instalado en la unidad, al Centro de Operaciones Tigre (COT) cuando un grupo de violentos se estaba tomando a golpes de puño ante la atónita mirada del resto de los pasajeros. Esta notificación permitió que el personal a bordo de un móvil de seguridad pudiera interceptar y detener a los agresores.
El hecho se produjo a las 7 de la mañana, en la localidad de Ricardo Rojas. Cabe recordar que los colectivos son monitoreados con dispositivos GPS y cuentan con botones de pánico para alertar al COT ante una emergencia de cualquier tipo.
Al sonar la alarma en el centro de monitoreo, se dio aviso de forma inmediata a la Policía y a los móviles municipales, mientras las cámaras de seguridad registraban el paso de la unidad y la escena que se estaba desarrollando.
La agresión se había producido en la intersección de las calles Fagnano y Marcos Sastre, cuando el colectivo detuvo su marcha, parte del pasaje descendió exaltado y un integrante del grupo de violentos rompió las ventanillas de la unidad con su cinturón.
Luego, el transporte retomó su marcha y avanzó hasta la calle Avellaneda donde se encontró con un patrullero y un móvil municipal que llegaron en su auxilio.
Mientras los efectivos se interiorizaban de lo sucedido, los revoltosos se percaron de la presencia de las fuerzas de seguridad y modificaron su marcha para disimular su participación en el hecho. También cambiaron sus ropas para no ser identificados.
Lo que estos jóvenes no sabían era que todos los movimientos estaban siendo visualizados por las cámaras de seguridad que guiaron al personal policial hasta interceptarlos e identificarlos.
A pocas cuadras del lugar de la agresión, fueron reducidos tres individuos -dos de 18 y el restante de 17 años-, quienes quedaron a disposición de la Fiscalía Descentralizada de El Talar por el delito de daño y lesiones.