La frase “nunca más” se escuchó una vez más en Tigre. Como días atrás cuando se señalizó a la Comisaría Primera como ex Centro Clandestino de Detención de la última nefasta dictadura militar. En este caso fue en General Pacheco, donde se homenajeó a dos maestras locales que integran la larga lista de víctimas del Terrorismo de Estado.
El Concejo Deliberante, las Subsecretaría de Cultura municipal y los gremios UDET y Suteba recordaron a Rosa María Casariego y Alfonsina Juana Burga, en un acto que sirvió para ponerle sus nombres a las ex calles 1 y 2, respectivamente.
Casariego era maestra de la escuela 7 y fue secuestrada en febrero de 1976, a días del Golpe Militar, junto a su compañero Luis Cabrera y a Oscar Echeverría, quienes se desempeñaban como delegados gremiales en los astilleros Acquarine y Mestrina. Con posterioridad, los tres cadáveres, con signos de haber sufrido torturas y acribillados, fueron encontrados en un paraje desolado de Moreno.
En tanto, Burga era docente en la escuela 14 y fue capturada en 1977. Permaneció como desaparecida hasta 1998, cuando sus restos fueron identificados en el cementerio de Boulogne.
A ambas educadoras, además de la profesión, las unía su compromiso social, como reseñaron sus familiares en el acto. “Estamos recordando a gente que tenía amor, que trataba que las cosas estén mejor”, enfatizó el esposo de Burga, Eduardo Pérez. “La mataron por su militancia”, remarcó la tía de Casariego, Marta Plaza.
Plaza, además, valoró el contexto actual del país con relación a la defensa de los derechos humanos y la condena a los hechos ocurridos durante los años de plomo. Y agradeció por esta situación a “Néstor y Cristina (Kirchner)”. En ese momento, recibió los aplausos de los presentes, en su mayoría estudiantes secundarios.
En el mismo sentido se expresó el titular del deliberativo local, Julio Zamora, quien afirmó:
“Hay vientos nuevos en la Argentina. Hay un gobierno nacional y un gobierno local que retomaron esos ideales, esos sueños. El compromiso es imitar esos ejemplos y luchar por un país mejor”, dijo con relación a la militancia de los años 70.
Antes del acto, Zamora había reivindicado la concreción del homenaje a las maestras asesinadas: “Durante 20 años no se realizó y hay que decirlo”, expresó el concejal en clara alusión al tiempo que duró el gobierno municipal encabezado por Ricardo Ubieto, quien también había sido intendente durante la dictadura.
Además del nombre de las calles, una escultura diseñada por la arquitecta talarense Victoria Rodríguez y ubicada en la intersección Avenida de los Constituyentes y Burga recuerda a las maestras. Son símbolos que ayudan a ejercitar la memoria e incitan a seguir reclamando por la verdad y la justicia.