El Movimiento Campesino de Santiago del Estero – Vía Campesina (MOCASE – VC) denunció el crimen de Miguel Galván a manos de un «sicario», durante una disputa territorial en el Paraje Simbol, en el norte de esa provincia.
La trágica muerte de Galván, ocurrida esta tarde a las 14.20 luego de recibir una puñalada en la cuello, se suma a la de Cristian Ferreyra en noviembre del 2011, alertaron desde la organización campesina.
En ese contexto, el MOCASE-VC convocó a todas las organizaciones sociales y políticas a una concentración frente al Congreso Nacional para mañana a las 13 en «repudio a los asesinatos de los campesinos que defienden sus tierras».
Además, la organización pidió la aprobación urgente de «la ley Cristian Ferreyra», que fue presentada hace un año para evitar desalojos de familias campesinas de los territorios que ocupan ancestralmente.
El acusado, identificado como Paulino Riso, fue señalado como «sicario de un empresario de Salta, que fue a la casa de la familia Galván a provocar como tantas otras veces, sólo que esta vez con la intención de matar», de acuerdo al comunicado de la organización.
«Familias del Paraje Simbol vienen siendo hostigadas por sicarios de la Empresa Agropecuaria LAPAZ S.A. de Rosario de la Frontera (Salta), que pretende alambrar parte del territorio de las comunidades indígenas Lule Vilela», según el escrito.
Estas comunidades, en el marco de la ley 26.160, que detiene los desalojos de indígenas y ordena el relevamiento territorial «culminaron la primera etapa (de esa norma) el pasado 15 de septiembre».
Miguel y Rafael Galván denunciaron varias veces ante la policía de Monte Quemado «amenazas de muerte y golpizas que Paulino Riso, Hortensia Valderrama y su marido Eulogio Riso Patrón les venían haciendo», añade el comunicado.
Los campesinos llevaron la denuncia a «la Policía, la Dirección de Bosques por la tala indiscriminada», y también «ante el juez (José Luis) Torrelio de Monte Quemado y el Comité de Crisis, que hace 15 días constató la gravedad de los sucesos contra las familias por parte de empresarios y bandas armadas comandadas por Tala Aranda», resalta el escrito.